Seguro que a muchos os ha pasado: vais a preparar la cena en vuestra casa con ruedas y os dais cuenta de que un fuego de la cocina apenas tiene fuerza o, peor aún, no se mantiene encendido. Es un problema muy común en las cocinas de gas de nuestras autocaravanas, pero ¡que no cunda el pánico! Antes de pensar en llamar a un técnico o cambiarla, te voy a enseñar en este brico cómo solucionarlo con una buena limpieza y un poco de maña. ¡Vamos a ello!
Contenidos
El problema: Una llama débil y fuegos que no se quedan encendidos
Como podéis ver en el vídeo, nuestra cocina SMEV presentaba ese síntoma clásico. La llama era muy pobre y uno de los fuegos se apagaba en cuanto soltaba el mando. Esto suele deberse a dos motivos principales: suciedad en los chicles (por donde sale el gas) o un mal contacto del termopar (el sistema de seguridad). Ambas cosas suelen tener fácil solución.

Herramientas y materiales que necesitarás
- Destornillador de estrella
- Una llave de tubo (necesitarás la medida que se ajuste a los chicles de tu cocina)
- Lija de grano fino
- Un recipiente pequeño
- Agua caliente
- Vinagre de limpieza
- Bicarbonato sódico
Paso a paso para dejar tu cocina como nueva
Paso 1: Seguridad y desmontaje
Lo primero y más importante: cierra la llave de paso general del gas de la autocaravana. Una vez hecho, retira las rejillas y quemadores. Para acceder al interior, tendrás que quitar los tornillos que sujetan la placa superior de la cocina, como mostramos en el vídeo.

Paso 2: Localizar el chicle y el termopar
Con la placa levantada, verás el corazón de los fuegos. El chicle es una pequeña pieza dorada con un agujero minúsculo en el centro. El termopar es esa especie de varilla metálica puntiaguda situada justo al lado.

Paso 3: Limpieza a fondo de los chicles
Con mucho cuidado, usa la llave de tubo para desenroscar y extraer los chicles. Prepara en un recipiente una mezcla de agua caliente con un buen chorro de vinagre y una cucharada de bicarbonato. Sumerge los chicles y déjalos en remojo unos minutos. La reacción efervescente ayudará a despegar toda la carbonilla y suciedad acumulada.

Paso 4: Puesta a punto del termopar
Mientras los chicles se limpian, coge la lija de grano fino y lija suavemente la punta del termopar. Esto elimina cualquier residuo que impida que detecte correctamente el calor de la llama, que es la razón por la que a veces el fuego se apaga solo.

Paso 5: Montaje y prueba final
Una vez limpios, seca bien los chicles (puedes soplar a través de ellos para asegurarte de que el orificio está despejado) y vuelve a enroscarlos en su sitio. Coloca la placa superior, atorníllala, pon los quemadores y rejillas, abre la llave del gas y… ¡llegó el momento de la verdad!

¡Misión cumplida! Una cocina lista para más viajes
Como has visto, con un mantenimiento muy sencillo y materiales que todos tenemos, podemos solucionar uno de los problemas más molestos de la cocina. Ahora ya no hay excusa para no preparar una buena receta en cualquier lugar del mundo.